El municipio de Málaga, afectado por los tentáculos del “gilismo” y epicentro de la operación Astapa, está superando sus años más oscuros con una transformación que le ha valido ser finalista del premio Ciudad Europea del Año en urbanismo.
La peatonalización de 130 calles es uno de los proyectos elogiados por los urbanistas (Ayuntamiento de Estepona).
¿Es posible pasar de una situación en la que ocupamos espacio y tiempo en los medios de comunicación por diversas prácticas corruptas, negocios inmobiliarios sospechosos y políticos investigados, a una situación en la que nos convertimos en la ciudad europea del año en urbanismo, en poco más de una década?
Es posible.
Estepona, municipio de rápido crecimiento de la Costa del Sol, cuya transformación llamó la atención de los miembros de la Academia de Urbanismo, que la nombraron finalista de un prestigioso premio que en años anteriores ha premiado la metamorfosis de Bilbao o San Sebastián, por ejemplo.
La localidad de Estepona, que se ha convertido en uno de los puntos de expansión del GIL tras su éxito en la vecina Marbella, ha sufrido los golpes que han consumido toda la costa virgen de Málaga y ha sido el epicentro de intrigas delictivas basadas en la corrupción urbanística.
Astapa, que sigue pendiente de sentencia, es el principal.
Supuso el fin político del entonces alcalde, el socialista Antonio Barrientos, que fue sustituido por uno de los pilares de la causa contra él, su compañero de partido David Valadez.
Foto: Imagen del Ayuntamiento de Estepona (Ayuntamiento de Estepona).
Estepona inaugura su nuevo ayuntamiento, el más eficiente y sostenible de España Tras el caso se abrió una tortuosa investigación que reveló prácticas delictivas como la presunta concesión de puestos de trabajo municipales a cambio de votos y la inacción premeditada para dejar morir un millar de delitos por construir en suelo no urbanizable, ampliar viviendas o movimientos de tierras, según las investigaciones de la Policía Nacional y el informe de la Fiscalía.
La imagen del municipio quedó seriamente dañada, sobre todo cuando el nombre del ex comisario José Manuel Villarejo salió a relucir en la investigación.
A esto se añade la situación económica de un ayuntamiento al borde de la quiebra, con una deuda que superaba los 300 millones de euros hace 12 años.
Esta situación provoca, por ejemplo, que los coches de la policía local no puedan salir a patrullar por falta de dinero para gasolina, y que el plazo medio de pago a proveedores sea de 1.492 días.
El municipio espera completar su apertura al mar terminando el bulevar peatonal que recorre la costa, pero la situación en Estepona ha dado un giro de 180 grados.
En parte como consecuencia de las medidas de austeridad y contención del gasto impuestas por el alcalde en funciones desde 2011, José María García Urbano, en las que se basó una recuperación económica que ha sido clave para el desarrollo posterior de la ciudad.
Un cambio basado en la “buena práctica urbanística”, que ha sido reconocida por la Academia de Urbanismo, una organización internacional independiente sin ánimo de lucro formada por líderes, pensadores y profesionales del urbanismo.
Pero, ¿qué ha hecho bien este municipio para ser nombrado “Ciudad Europea del Año” en el ámbito del urbanismo?
“Estar a la vanguardia de las ciudades sostenibles que apuestan por la calidad de vida, el bienestar de los ciudadanos, el medio ambiente y un amplio espacio para los peatones”, ha dicho el ayuntamiento, que hace unos días presentó la fase final de las obras que llevarán a la apertura definitiva de la ciudad al mar gracias a “uno de los mejores paseos marítimos del país”.
Estepona, el jardín de la Costa del Sol, ha sido una de las actuaciones más reconocidas.
Hasta la fecha, ha supuesto la remodelación de infraestructuras y la restricción del tráfico rodado en 130 calles y plazas públicas.
“Esta transformación urbana mediante un proyecto ecológicamente sostenible ha supuesto una explosión de la actividad turística, comercial y de restauración, en una ciudad más humana, resistente y viva”, remarcaron fuentes municipales, que destacaron la creación del Balcón al Mediterráneo como complemento del bulevar que recorre la costa.
Se trata de una zona reurbanizada en la que se ha construido “una atalaya única” con fines culturales y de ocio.
En el “corazón” del municipio, donde se ha implantado un modelo de desarrollo sostenible personalizado con flores y colores en las fachadas, domina el parque botánico-orquidario.
Esta instalación es “única en Europa” por su colección de orquídeas y especies tropicales.
La revitalización del centro urbano va acompañada de dos importantes iniciativas culturales: la creación de un museo al aire libre, con más de 60 murales en las fachadas de los edificios, y una gran biblioteca de poemas incluida en una ruta con obras de diferentes artistas.
La Academia de Urbanismo explicó que Estepona había conseguido ser una de las tres finalistas de este año, además de por su iniciativa de unificar todo su litoral a través del corredor litoral o la integración de propuestas culturales en el paisaje urbano, por la creciente peatonalización de sus calles, en busca de una movilidad urbana más sostenible.
Una apuesta en la que ha sido clave “una red de aparcamientos” con un coste de 1 euro al día para el usuario.