¿Por qué conformarse con una sola playa cuando puedes tenerlas todas? Desde grandes arenales hasta pequeñas calas rocosas, desde playas urbanas con todo tipo de servicios hasta rincones salvajes, auténticos santuarios de la naturaleza. La localidad de Manilva, a 15 kilómetros al oeste de Estepona, reúne en sus ocho kilómetros de costa uno de los paisajes más ricos de la costa.
A medio camino entre las provincias de Málaga y Cádiz, Manilva combina lo mejor del Atlántico y el Mediterráneo, que se manifiesta en sus variados ecosistemas. Sean cuales sean tus expectativas, ya sea que viajes solo o en familia, para desconectar o hacer deporte, seguro que Manilva tiene la playa que mejor se adapta a tus necesidades.
Para los que quieren disfrutar del mar sin renunciar a la comodidad de una playa urbana, está, por ejemplo, la popular playa de Sabinillas, el balneario de Manilva. Situada en el centro de la ciudad, cuenta con todo tipo de equipamientos y servicios, incluyendo numerosos restaurantes y chiringuitos. Esta playa puede presumir de una anchura de hasta 80 metros, lo que la hace perfecta para ir en familia manteniendo la necesaria distancia de seguridad que imponen estos tiempos.
Otra playa urbana llena de vida, restaurantes y tiendas es la playa de Las Gaviotas. Tiene dos atractivos interesantes: el Puerto de la Duquesa, un precioso puerto deportivo donde pasear viendo elegantes barcos y disfrutar de una amplia oferta gastronómica que combina la cocina árabe, oriental o italiana con la más tradicional, y el Castillo de la Duquesa, una fortaleza. construido en el siglo XVIII y completamente restaurado en 1998. Hoy en día, el castillo alberga el Museo Arqueológico Municipal y sus alrededores, declarados Bien de Interés Cultural, ofrecen también una interesante selección de irresistibles restaurantes para los amantes del pescado.
Un poco más alejadas del centro de la ciudad, pero también con grandes extensiones de arena, encontramos las playas de El Negro y Los Toros, ambas protegidas como reservas ecológicas por su gran valor medioambiental.
Playa Negro, larga y rectilínea, se caracteriza por sus suaves lomas perpendiculares al mar. Una zona muy tranquila frecuentada por pescadores de atún. Junto a ella, la playa de Toros también destaca por su tranquilidad, su amplia extensión y su oleaje moderado, un lugar ideal para largos paseos por la orilla.
Como decíamos, en Manilva el paisaje cambia a cada paso, esto es lo que sucede cuando llegas a la playa de Las Arenas, también conocida como Playa Paraíso. Ya que esta playa se encuentra al pie de un acantilado. El color de su arena es oscuro y su composición es principalmente grava. Esta playa está respaldada por dos grupos de rocas, donde hay una pequeña cala llamada Cala de La Sardina.
Pero en lo que a calas se refiere, hay una que destaca, sobre todo entre los amantes del buceo. Hablamos de las pequeñas calas que forman Punta Chulllera, la playa más occidental de Málaga. Con su singular perfil rocoso, es una de las últimas playas vírgenes de la Costa del Sol. Un paraíso natural de aguas cristalinas que alberga una gran diversidad de especies marinas, entre las que abundan los pulpos y meros. Una playa salvaje que hará las delicias de los amantes de la naturaleza.
Playas grandes y pequeñas, concurridas o solitarias, rocosas o de arena, Manilva es uno de los pocos lugares donde puedes visitar todo tipo de playas sin salir del municipio. Pero, por supuesto, manteniendo el mismo espíritu de relax, respeto por el entorno natural y baja masificación. Y lo mejor… a sólo dos horas en auto desde cualquier capital de provincia del interior.
Fuente : https://www.diariodesevilla.es/sevilla/Manilva-playas-diferentes-solo-destino_0_1582342352.html